El reto medioambiental, el crecimiento derivado del auge del comercio electrónico y el desafío tecnológico son tres de los grandes retos a los que se enfrenta el sector logístico. A todo ello se une la necesidad que tienen las empresas logísticas de ser eficientes en un entorno cada vez más competitivo, aspectos para los cuales es necesario también agilizar y mejorar la normativa y la agilización de los trámites y contar con el necesario apoyo de la Administración para hacer frente a los costes de transformación que todos estos grandes retos representan.

Éstos son temas clave que esperan en la logística en 2020:

-Sostenibilidad en los procesos logísticos. La iniciativa europea Lean&Green, destinada a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los procesos logísticos cuenta ya con 37 socios de empresas comprometidos con la sostenibilidad. Las medidas incluyen procesos como formaciones en conducción eficiente, introducción de nuevos combustibles, optimización de los vehículos y de las rutas, centralización de las plataformas logísticas o la instalación de luces LED en los almacenes y la compra de electricidad procedente de fuentes renovables.

-Transporte. En este ámbito, y hasta que lleguen camiones eléctricos con autonomía suficiente, los vehículos propulsados por gas son cada vez numerosos y pueden suponer un ahorro considerable de emisiones.

Otra de las vías es la utilización cada vez más habitual de los duotráilers y megatráilers que, además de reducir el número de camiones en la carretera, reducen las emisiones.

Hay que mencionar también revitalización del cabotaje (short sea shipping-SSS) para recortar emisiones contaminantes. Las denominadas autopistas del mar (es decir el embarque de vehículos en buques) supone una evidente mejora medioambiental y una de las vías para hacer el sector logístico más sostenible.

-Ciberseguridad. Otro de los retos fundamentales es la mejora de la ciberseguridad. El ataque de 'hackers' sufrido en junio del 2017 por la empresa Maersk, con un impacto calculado de 250 millones de euros, supuso una advertencia muy a tener en cuenta para todo el sector logístico. 

-Menos burocracia. El sector logístico reclama a la Administración la mejora de trámites aduaneros ya que tienen una gran repercusión en la optimización de rutas, tiempos, costes y emisiones.

 -Invertir en tecnología. Las empresas de logística y transporte deben invertir en tecnología si no quieren quedarse rezagadas y perder competitividad. Inteligencia artificial y automatización de los procesos, junto con el big data y el Internet de las cosas, están creando un sector cada vez más avanzado en el que los errores se minimizan y los tiempos de entrega se reducen al máximo.