La logística es cada vez más sostenible. Y en ese avance, los centros logísticos son decisivos: consumen menos energía, incorporan fuentes renovables y se diseñan con criterios de eficiencia y bajo impacto ambiental.
Vamos a ver iniciativas destacadas en Europa y España que son buenos ejemplos de esta tendencia.
Almacenes verdes en la producción de cerveza. Damm ya ha instalado más de 7.500 paneles solares en sus principales centros logísticos, lo que impulsa el autoconsumo energético y permite evitar la emisión de más de 1.100 toneladas de CO₂ al año. En la ZAL del Puerto de Barcelona, cuenta con dos instalaciones fotovoltaicas diferenciadas: una para autoconsumo y otra conectada a la red.
El primer centro logístico del mundo con certificación carbono cero. En Eindhoven (Países Bajos), la estadounidense Prologis ha puesto en marcha la primera instalación logística del mundo con certificación Zero Carbon del International Living Future Institute. Genera más energía de la que consume gracias a una planta solar de 3,5 MW y un sistema de calefacción 100 % eléctrico. En 2030, el excedente de energía solar habrá compensado todas las emisiones generadas durante su construcción. Edificado sobre un antiguo vertedero con materiales sostenibles —empezando por los cimientos, hechos con hormigón de origen responsable—, promueve la biodiversidad con vegetación autóctona y refugios para insectos.
Logística en vertical para aumentar la sostenibilidad. El grupo danés de transporte y logística DSV estrenó en Molins de Rei (Barcelona) la primera plataforma multiplanta de España: un centro de 32.000 m² con un sistema de autoconsumo fotovoltaico en cubierta, distribuido en varios niveles para optimizar el uso del espacio y reducir la superficie ocupada en un 31%. Esta solución vertical, poco habitual en el sector, anticipa cómo serán los centros logísticos en entornos cada vez más densos y exigentes en sostenibilidad.
Tres casos, tres enfoques y un mismo objetivo: reducir el impacto ambiental de la logística.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante apostar por la sostenibilidad?
Porque se trata de una actividad que nunca se detiene. Funciona 24/7, mueve millones de productos cada día y consume grandes cantidades de energía y recursos. Por eso, cada mejora tiene un efecto multiplicador.
Los centros logísticos son el corazón de este sistema. Así que, si laten de forma más sostenible, todo el flujo mejora: el transporte, la distribución y, en última instancia, los sectores a los que da servicio.