Hace ya tiempo que el sector de la logística y el transporte inició su transformación digital. Pero lo visto hasta ahora no es más que la punta del iceberg. Se prevé que el gasto mundial en transformación digital en el sector logístico, que se situó en torno a los 3.000 millones de dólares en 2020, se dispare hasta los 84.600 millones de dólares en 2027. En el contexto actual, la digitalización ha pasado de ser un lujo a una necesidad crucial para la supervivencia y la competitividad de las empresas de logística. La transformación digital en logística representa la integración de nuevas capacidades digitales en áreas como el almacenamiento, la preparación de pedidos o el transporte, entre otros. Y por supuesto, supone un gran avance para la optimización de la última milla logística.
Muchas empresas ya se adelantaron hace tiempo invirtiendo en tecnologías de vanguardia. Los avances en inteligencia artificial, bigdata, almacenamiento de datos en la nube, robótica, internet de las cosas (IoT), simulación de entornos con gemelos digitales (digital twins) están haciendo que los procesos operativos sean mucho más eficientes y están permitiendo a las empresas dedicadas a la logística entregar sus artículos y productos con mayor rapidez y menor margen de error. El uso intensivo de la tecnología está contribuyendo, además, a reducir de forma sustancial los costos de almacenamiento, gestión del inventario y distribución.
La tecnología también tiene mucho que ver en la mejora del cumplimiento de las regulaciones locales y globales del sector. Gracias al uso de herramientas de automatización, monitoreo y cumplimiento de procesos, las empresas de logística están mucho mejor preparadas para futuras regulaciones y cumplir con los requisitos reglamentarios.
Las compañías podrán personalizar el procesamiento y el seguimiento de pedidos para satisfacer mejor las necesidades de los clientes. La adopción de la inteligencia artificial y la robótica mejorará el procesamiento de pedidos, la entrega de productos y el seguimiento, aumentará la productividad en las entregas y hará que el transporte sea más seguro.
Como en todos los procesos de transformación logística, la clave no está en invertir por invertir en sistemas más llamativos o revolucionarios, siguiendo una moda, sino en estudiar a fondo las necesidades de la empresa y evaluar el retorno que tendrá cada innovación.