Se habla mucho de logística verde, pero ¿a qué nos estamos refiriendo? Se trata de un conjunto de medidas, aplicadas a todo el proceso logístico, cuyo objetivo es minimizar al máximo el impacto sobre el medio ambiente. En definitiva, supone utilizar de manera más eficiente los recursos disponibles y aumentar la sostenibilidad.

La aplicación de la tecnología se ha convertido en una variable clave a la hora de hacer más sostenibles las operaciones logísticas. Pero no solo nos estamos refiriendo a inversiones en vehículos no contaminantes para actualizar flotas menos respetuosas con el medio ambiente, sino que la innovación también abre la puerta a la aplicación de la eficiencia de procesos, por ejemplo, en la automatización de los almacenes o en los softwares para la gestión de flotas.

Veamos algunos ejemplos de acciones o soluciones tecnológicas concretas que pueden minimizar el impacto medioambiental de las operaciones logísticas.

• Software de gestión de almacén (SGA): es el cerebro del almacén. Un software que automatiza los procesos y la actividad diaria de un almacén en cada una de las etapas logísticas, desde la recepción de mercancías hasta el almacenamiento, la preparación, el envío de pedidos y la logística inversa.
• Software de transporte: programas que optimizan las distancias, los recorridos, calculan la volumetría, el packaging… Es un elemento vital, especialment en estos tiempos de clientes omnicanales, que exigen máxima rapidez y efectividad en el envío y la entrega.
• Software de gestión de flotas: proporciona información actualizada de los equipos de la empresa, por ejemplo, de las carretillas. Controla el estado de la carga de la batería y obtiene datos de uso de las carretillas, que se enviarán directamente al software para poder hacer los análisis pertinentes.
• Última milla: la funcionalidad de monitorear la última milla es esencial en la cadena logística. Las soluciones de sostenibilidad deben proporcionar una medición completa de las emisiones de CO2 en tiempo real, por lo que las empresas pueden obtener más control sobre estas emisiones con la optimización de rutas impulsada por la Inteligencia Artificial (IA).
• Carretillas automatizadas: los sistemas de transporte sin conductor (AGV) permiten el transporte de mercancías hasta su ubicación de manera autónoma, sin la intervención de personal. Con ello se logra aumentar la eficiencia y optimizar los flujos de materiales en intralogística.
• Robotización: la robotización ha de completar la automatización del almacén. Los robots desempeñan un papel fundamental al permitir el flujo de bienes y materias primas desde su punto de partida hasta su destino previsto, a la vez que se mantienen los estándares de seguridad y la precisión.
• Optimización de rutas: con el motor de optimización de rutas impulsado por la IA, las empresas pueden descubrir opciones de entrega ecológicas que aprovechan las rutas más eficientes con menos millas recorridas y menos combustible utilizado. Al tener en cuenta todas las paradas de un día y acortando las distancias recorridas totales que los conductores deben recorrer para cumplir con sus entregas, se puede ayudar a las empresas de entrega de última milla a reducir el consumo de combustible en su flota en al menos 10%.