¿Robots o coches autónomos para el reparto de mercancías sobre todo para la última milla? Puede parecer ciencia ficción, pero ya es una realidad. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha iniciado las pruebas de un robot autónomo para repartir paquetes. Una prueba piloto a nivel europeo que tiene el objetivo de impulsar la distribución de última milla mediante vehículos sin conductor. Está previsto que comience a operar en la calle, en un entorno real, el próximo verano. Se estrenará alrededor del mercado de Can Vidalet, en la población barcelonesa de Esplugues de Llobregat, y posteriormente se trasladará a la ciudad alemana de Hamburgo y a Debrecen (Hungría), como parte de un proyecto financiado por el laboratorio europeo EIT Urban Mobility, liderado por el centro tecnológico Carnet de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y con el apoyo del Area Metropolitana de Barcelona.
El objetivo es hacer más eficiente y menos contaminante la paquetería de última milla, es decir, el último tramo de entrega de las mercancías. El auge del comercio electrónico, sobre todo después de la pandemia, ha puesto en evidencia que esta actividad es responsable de una parte importante de la polución y de la congestión del tráfico actual en las ciudades. En concreto, el espectacular crecimiento de la distribución urbana de mercancías de última milla supone ya el 20% del tráfico y el 40% de las emisiones en una ciudad como Barcelona
El pequeño coche autónomo tendrá un radio de acción de un kilómetro y dispondrá de una base en la que se cargarán los paquetes y mercancías para su distribución final. Está pensado para que circule por carreteras y calles, entre los coches, o por las zonas peatonales. Su sistema de sensores le permite esquivar obstáculos y personas, y su programario está diseñado para que rehaga la ruta si de pronto no puede pasar por una calle. Cuando llegue al usuario y destinatario final del paquete, este podrá recogerlo de dentro del robot.
Pero esta nueva forma de distribución deberá superar otro escollo: el de la normativa. Por ahora, no está permitido a los coches autónomos que circulen por carretera, pero las cosas pueden cambiar en un plazo no muy lejano. De momento, la dirección general de Tráfico (DGT) también se ha implicado en el proyecto europeo.