Los robots móviles autónomos están cambiado el panorama de la automatización en la industria, especialmente en los entornos colaborativos, aquellos donde los robots comparten espacio de trabajo con personas y, por tanto, deben hacerlo con seguridad. La robótica es una de las piedras angulares de la denominada Industria 4.0 junto con la inteligencia artificial, el internet de las coses y la analítica de datos. Todas ellas son herramientas que contribuyen a mejorar los procesos productivos y la calidad del producto y ganar en eficiencia y sostenibilidad.
La robótica móvil cada vez está más implantada en la industria y en la logística de muchos negocios. Se encargan de las tareas más repetitivas o incluso del transporte dentro de la planta de piezas y materiales pesados. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, la introducción de la robótica en la industria no comporta necesariamente la supresión de puestos de trabajo. Los denominados robots colaborativos están pensados precisamente para trabajar de manera coordinada con un operario, como un elemento de mejora para su trabajo, siempre haciéndolo de manera segura, además de permitir que los trabajadores se puedan ocupar de otras tareas menos mecánicas y repetitivas y más creativas. Además, su seguridad está garantizada gracias a los sensores que integran en los equipos en sus 360o que les permite reconocer objetos o personas y detenerse antes de llegar a colisionar con ellos.
Los robots suponen igualmente un gran avance para la competitividad de las empresas haciéndolas más flexibles e inteligentes. Gracias a los robots y a la información que almacenan, se puede aplicar un sistema prácticamente completo de trazabilidad: cuántos operarios trabajan, donde está el producto en cada momento, cómo ha sido tratado, es decir se monitoriza durante el proceso cuál es la situación del proceso productivo.
Actualmente cualquier industria, independientemente de su tamaño, puede tener acceso a la robótica colaborativa. Esto es debido a varios factores como la escalabilidad (se puede comenzar un proyecto por un solo robot o en un único espacio y después ampliar progresivamente) o la reducción de los precios de los productos. Esta circunstancia, añadida a otros factores, como el hecho de que no haya que hacer modificaciones físicas en el layout, permiten que la robótica móvil esté al alcance de cualquier pequeña y mediana empresa.