Más allá de los grandes centros logísticos, situados en capitales y ciudades densamente pobladas, una de las tendencias que se está observando es la creciente implantación de almacenes logísticos en ciudades de tamaño medio e incluso en núcleos de menos de 50.000 habitantes. Esta tendencia se complementa con otra que está empezando a imponerse en los grandes núcleos urbanos: la creación de microhubs para agilizar el reparto y hacerlo más sostenible sobre todo en lo que se conoce como última milla.
En el primer caso se trata de lugares -poblaciones de mediano y pequeño tamaño- que cuentan con una situación geoestratégica envidiable. Zaragoza es uno de los ejemplos de ciudad de tamaño medio que está viviendo una gran expansión logística pero los expertos hablan de Vitoria, Alicante, Vigo o Mallorca como potenciales nudos logísticos en los próximos años.
Al mismo tiempo, crece el interés por instalar centros logísticos en poblaciones que tienen muy pocos habitantes. Un ejemplo es Guarromán (Jaén), de poco más de 2.000 habitantes donde empresas como Ikea o Correos Express ya se han asentado, en parte gracias a la cercanía a la A-4. Además de su ubicación y facilidad de comunicaciones, uno de los aspectos que incrementan el interés de los inversores por estas pequeñas poblaciones es el bajo precio del suelo, la disponibilidad de parcelas de gran extensión y sin limitaciones urbanísticas para construir y la existencia de mano de obra disponible. Además de las ventajas que supone para las empresas distribuidoras instalarse en estos puntos, la expansión logística es un aliado para luchar contra la despoblación en determinadas zonas, crear actividad económica y generar nuevos puestos de trabajo.
En el caso de los microhubs, las restricciones de movilidad y la imparable ascensión del comercio digital está llevando a que algunos comercios y negocios de las grandes ciudades a dar una vuelta a su modelo y a cerrar sus tiendas físicas en los barrios para transformarlas en pequeños almacenes o puntos de entrega. La gran ventaja es que los microhubs permiten una rápida distribución a pie o en bicicleta, y se pueden situar en los diferentes distritos de la ciudad.