La necesidad de acabar con la masificación y los atascos en la grandes ciudades -causantes a su vez de graves problemas de contaminación- está acelerando el surgimiento de alternativas que abogan por una movilidad inteligente y sostenible y que apuestan claramente por la tecnología. Este es el caso del concepto Mobility as a Service (MaaS), una plataforma digital que integra todos los modelos de transporte para que los ciudadanos puedan seleccionar desde su teléfono móvil el que necesitan (coche, bicicleta, tren, taxi o las nuevas alternativas de movilidad) en tiempo real.
Los ecosistemas o plataformas de MaaS son herramientas digitales al alcance de cualquier usuario de smartphone y comparten el objetivo de hacer del viaje una experiencia mejor. Las aplicaciones de MaaS ofrecen numerosos servicios como la planificación de la ruta, el pago y la validación del billete o el seguimiento del viaje en un mismo entorno y de manera integrada para un elevado número de operadores de movilidad. Son una realidad en numerosas ciudades y se prevé que sean elementos clave en la movilidad del futuro, tanto a nivel urbano, como rural e interurbano.
En Europa hay ya cerca de 320.000 usuarios abonados a servicios que ofrecen pases de transporte multimodal bajo el modelo de suscripción. Para 2025 se prevé que esa cifra supere los 5,7 millones de suscripciones activas. España representa ahora el 6% del mercado europeo MaaS por suscripción. En cuatro años esa cuota se duplicará hasta el 12%, con unos ingresos de casi 700 millones de euros frente a los poco más de 16 millones de euros en 2021, lo que significa, nada menos que un incremento interanual promedio del 163% en ese intervalo de tiempo.
Helsinki fue la primera ciudad del mundo en diseñar un auténtico entramado de alternativas de transporte para mejorar la movilidad. Este ecosistema de movilidad es capaz de cubrir todas las necesidades en una sola interfaz, donde se reflejan los servicios de transporte de forma integrada. De esta forma, se combina la información sobre las infraestructuras de transporte, servicios, pagos y otros datos.
El modelo de Helsinki, según los promotores de Maas, busca poder unir las capacidades de entidades públicas y privadas. Así, gracias a la colaboración y la integración de todos los servicios, se puede tejer una experiencia de usuario sin interrupciones y basada en la demanda.