La logística sostenible se refiere a la planificación y ejecución de la movilización de bienes de manera eficiente y responsable desde el punto de vista ambiental, económico y social. Dada la importancia de la logística en el tejido económico y productivo, alcanzar la sostenibilidad en las operaciones logísticas es un paso muy importante para reducir las emisiones de carbono, mejorar la eficiencia energética, minimizar los residuos y promover la sostenibilidad en la cadena de suministro.
La Unión Europea ha establecido una serie de normas y leyes medioambientales que suponen un impulso claro hacia la logística sostenible y el transporte responsable. Estas normativas abarcan aspectos como las emisiones de CO2, la eficiencia energética y la sostenibilidad en la cadena de suministro.
Estas normas y leyes clave incluyen la Directiva de Emisiones de Vehículos de la UE (VECD), la Estrategia de Transporte de la UE y el Reglamento sobre la monitorización, informe y verificación de las emisiones de gases de efecto invernadero (MRV). Todo un conjunto de regulaciones que abordan también aspectos como las emisiones de CO2, la eficiencia energética y la transparencia en la huella de carbono de los buques.
Pero la normativa más novedosa es la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa, pendiente de aprobarse por parte del Parlamento Europeo, que establece una serie de requisitos rigurosos para las empresas em materia de sostenibilidad. Así, el tejido empresarial deberá implementar con la entrada en vigor de esta directiva medidas y procesos destinados a identificar, prevenir, detectar y mitigar cualquier efecto adverso sobre los derechos humanos o el medio ambiente a lo largo de su cadena de valor.
Al hablar de logística sostenible, hay que referirse también a la última milla y su gran impacto sobre el medio ambiente debido a la gran cantidad de furgonetas y camiones que circulan por áreas urbanas congestionadas. En este sentido, se están extendiendo las taquillas inteligentes para entrega y recogida de paquetería pequeña y puntos de conveniencia cerca del consumidor, así como hubs urbanos, almacenes reducidos y ágiles en el centro de las ciudades.
La internacionalización de los mercados y el crecimiento del comercio electrónico han revolucionado totalmente los sistemas de embalaje, almacenaje y transporte. De media, en un día normal se entregan 1,5 millones de paquetes procedentes del comercio electrónico en todo el mundo. Además de avanzar hacia una distribución más sostenible, aplicar la logística verde supone también eliminar embalajes innecesarios y utilizar envases ecológicos fabricados a partir de materiales reciclados, biodegradables (papel o fibras vegetales) y compostables (sirvan después como fertilizantes de residuos orgánicos).