Este viernes 26 de noviembre, el sector logístico celebrará un Black Friday que poco tiene de negro aparte de su nombre. Según Randstad, la combinación de Black Friday con Cyber Monday, que tendrá lugar el lunes 29, ha supuesto la creación de 43.710 nuevos contratos en España, la cifra más alta de los últimos años. De hecho, es casi un 22% superior a la cifra del año pasado en la que el ecommerce estaba en pleno apogeo a causa de la pandemia, y un 50% a la de 2019, antes de que un virus obligase a todo el planeta a comprar online como única opción de conseguir el producto deseado.  

De los más de 43.000 empleados que requiere el Black Friday para hacer frente a la enorme demanda que se genera ese día, un 70% vienen del sector de la logística.  Siete de cada diez contratos han sido firmados por empaquetadores, carretilleros, mozos de almacén y transportistas.  Entre Black Friday y Navidad, las empresas logísticas gestionarán un total de 106 millones, lo que significa que el sector logístico crecerá un siete por ciento.

El origen del término “Black Friday” tiene dos aceptaciones. Por un lado, se achaca a la mancha negra que suponía el enorme tráfico de peatones y coches que abarrotaba las calles de Filadelfia el viernes después de Acción de Gracias en 1961 en busca de las grandes ofertas en las tiendas. Por otro lado, también se dice que el Black Friday se llama así porque los números de contabilidad de los vendedores pasan de rojos a negros durante este día. Esta versión optimista puede aplicarse también al sector logístico, marcado por la incertidumbre a causa de la tensión de las cadenas de suministro locales. Pese a esta situación, la logística se viste de fiesta para celebrar la llegada del viernes menos negro del año con un crecimiento del 7% y 30.120 nuevos contratos.

En definitiva, el Black Friday se convierte en “Bright”, brillante y esperanzador, en cuanto a la logística se refiere.