Hace una semana, se desató el optimismo en todo el mundo con el anuncio de la empresa Pfizer de que había desarrollado una vacuna contra el coronavirus con más de un 90% de efectividad. Entonces, se planteó el reto de cómo transportarla y almacenarla a 75 grados bajo cero pues, tal y como han especificado sus fabricantes, la vacuna se estropea a temperaturas más altas. El lunes volvió a explotar la euforia al anunciar el laboratorio Moderna que ha elaborado otra vacuna con un 95% de efectividad y que no necesita temperaturas tan extremas para su conservación. Esto simplifica enormemente su distribución y almacenamiento, así que Moderna parce que se pone por delante en la línea de salida en la carrera hacia la distribución de la vacuna.
El reto es menor, pero no desaparece pues la vacuna ha de ser distribuida y almacenada a nivel global, lo que implica que los modos de transporte elegidos tengan capacidad suficiente y los almacenes sean lo suficientemente grandes y se adapten a los requerimientos especificados, en el tiempo adecuado. Lo que se pone de manifiesto aquí es la importancia que tiene la logística para ayudar a combatir la pandemia a nivel mundial. Si lo primero era la elaboración de una vacuna efectiva, lo segundo ahora es hacer llegar esa vacuna en buen estado a todo el mundo para que pueda ser distribuida. Ya sea a temperaturas de 75 grados bajo cero con contenedores especialmente preparados para soportar ese nivel de refrigeración, ya sea a la temperatura de un frigorífico doméstico estándar. Según un estudio elaborado por DHL,3.000 millones de personas no tienen acceso a los requerimientos de cadena fría necesarios para poder distribuir la vacuna. Es el mayor reto logístico al que ha tenido que enfrentarse la comunidad global por el momento.
Como consecuencia de los acuerdos de la UE, España espera recibir un total de 20 millones de dosis en 2021 de la vacuna de Pfizer. Con respecto a la de Moderna, la UE se encuentra en fase de negociación para su compra y distribución. En definitiva, sea la vacuna que sea la que finalmente gane la carrera en la lucha contra la pandemia, garantizar su acceso a la totalidad de la ciudadanía supone un reto de increíble magnitud en el que la logística juega un papel principal.